Hombre cruza el atlántico en su velero, para reunirse con su familia.
Juan Manuel Ballestero, un aventurero argentino de 47 años de edad, fue sorprendido por la pandemia del coronavirus, puesto que el se encontraba en porto santo, una pequeña isla que pertenece a portugal, y es que tras la llegada del coronavirus los países cerraron sus fronteras y como consecuencia los aeropuertos suspendieron sus vuelos como medidas de prevención, quedando Juan Manuel varado lejos de su familia.
fue así como Juan Manuel Ballestero decidió emprender la travesía al encontrarse en tan grave situación, el 24 de marzo zarpó de la isla, llevando únicamente como instrumento de navegación, un radio de alta frecuencia, un sistema de identificación automática y 160 latas de diferentes alimentos, con la único propósito de reunirse nuevamente con sus padre don carlos de 90 años y su madre nilda de 82.
Ballestero manifestó: «no me quería quedar como un cobarde en una isla donde no había caso. quería hacer todo lo posible para volver a casa. lo más importante para mi era estar con mi familia.»
El argentino planificó cruzar el atlántico, asiendo escala únicamente en cabo verde frente a una de las costas africanas donde tenía planeado hacerse de unos bidones de combustible para navegar, usando el motor del bote, pero su propósito se vio frustrado cuando un bote de la policía lo detuvo, impidiéndole entrar al país por lo que ballestero tomó la decisión de cruzar el atlántico sin ese recurso de suma necesidad.
El aventurero argentino, manifestó que fue perseguido por una embarcación pirata pero nunca hicieron contacto con él, al final cambiaron su curso, pero el momento de mayor angustia estaba por venir, fue a los 25 días de viaje cuando el viento dejó de soplar por completo cuando ya se encontraba distante de las costas africanas y americanas, fue hasta los diez días que el viento empezó a soplar nuevamente reanudando a sí larga travesía. ballestero no contaba con este problema por lo que tuvo que racionar sus alimentos y su agua de manera estricta.
Tras 82 días de viaje el osado aventurero finalmente pudo llegar a la argentina. pero mientras las autoridades sanitarias descartaron que no estaba infectado de coronavirus estuvo tres días más en el club náutico mar de plata, es de esta manera tan heroica que Juan Manuel Ballestero pudo reunirse con sus padres.
