Estamos perdiendo a Groenlandia y no parece haber remedio.

Por cada kilómetro que retroceden los glaciares de Groenlandia, la tasa de pérdida de hielo se acelera entre un 4 y un 5 por ciento, una tendencia  que acelerará el aumento del nivel del mar.

Estamos perdiendo a Groenlandia. La capa de hielo de Groenlandia está perdiendo masa y es posible que no haya forma de detenerla, concluyeron los científicos. Incluso si grandes cantidades de nieve regresan a la capa de hielo, seguirá encogiéndose, según una nueva investigación publicada en Communications Earth and Environment.

El problema parece estar en los glaciares de Groenlandia, que transportan hielo desde el interior al mar. Son cintas transportadoras de hielo, dijo la experta Michalea King de la Universidad Estatal de Ohio, primera autora del estudio. Si miras una imagen aérea de un glaciar, parece un dedo largo de hielo que se extiende desde una capa de hielo.

Estos glaciares actúan como presas que controlan la cantidad de hielo que fluye hacia el océano, dijo Michael Wood, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Lo que sucedió es que muchas de esas presas explotaron. El nuevo estudio, muestra que este proceso es  el principal responsable de hielo adicional en el océano.

A medida que el grueso escudo de hielo de Groenlandia se derrite, este contribuye al aumento global del nivel del mar. Entre 1992 y 2018 arrojó alrededor de 3.9 billones de toneladas métricas, elevando el nivel del mar unos 11 milímetros, informó un estudio reciente en Nature. Si toda la capa de hielo se derritiera, el nivel del mar se dispararía más de 7 metros.

Para medir cómo han cambiado los glaciares, King y sus colegas analizaron más de tres décadas de imágenes satelitales y otros datos.

Observaron que antes del cambio de siglo, la capa de hielo estaba en equilibrio: la nieve acumulada siguió el ritmo del derretimiento de la superficie y la descarga de glaciares. Esa tasa estable fue de aproximadamente 450 gigatoneladas por año. (Una gigatonelada es aproximadamente el doble del peso estimado de todos los humanos en el planeta).

Pero alrededor de año 2000, las tasas de descarga comenzaron a subir rápidamente. Para 2006, esas tasas se habían establecido en alrededor de 500 gigatoneladas por año. Hoy en día, la descarga sigue siendo aproximadamente un 14 por ciento más alta que entre 1985 y 1999.

A medida que los glaciares se encogen, fluyen más rápido y sacan más hielo de la capa de hielo, un efecto que se alimenta a sí mismo. Por cada kilómetro que se retira un glaciar, la descarga de hielo se acelera entre un 4 y un 5 por ciento.

Los glaciares son mucho más cortos ahora que antes del 2000, dijo Michalea King. Como resultado, estamos perdiendo hielo más rápido que antes, dijo. No sería suficiente recuperar las cantidades saludables de nevadas presentes en la década de 1980. Los glaciares de Groenlandia se están encogiendo tan rápido que aún así perderían masa.

Comprender estas tendencias ayuda a anticipar la rapidez con la que aumentará el nivel del mar. Según un estudio publicado el año pasado en Nature Communications, China y algunos países tropicales del sur y sudeste de Asia experimentarán los impactos de la subida del nivel del mar con mayor severidad. Las proyecciones basadas en las tasas de fusión en Groenlandia podrían ayudar a esas naciones a planificar cambios en las costas.

Se describió un punto sin retorno para el hielo de Groenlandia. Pero Michalea King rechaza el pensamiento de que no hay remedio. No quiero dar la impresión de que no deberíamos hacer nada sobre el cambio climático, dijo. Hay diferentes trayectorias que nuestro planeta puede seguir, dependiendo de cómo actuemos. No deberíamos dejar de hacer nada.

Con información de Mongabay.

Somos Extremo Mundial.