Con solo verle, podría bajarse tu presión arterial. Los uropigios son insectos impresionantes y, aunque parecen escorpiones, son arácnidos.
Los uropigios o uropígidos, son una orden de arácnidos. También son conocidos como vinagrillos, vinagrones o escorpiones látigo.
En su orden Thelyphonida, se incluyen casi 300 especies de estos insectos. Se les puede ubicar en regiones tropicales y subtropicales, en donde viven debajo de las rocas y troncos.
Aparecen en el registro fósil en el Carbonífero. ¡Los uropigios son animales milenarios! Llevan 350 millones de años rondando la Tierra.
Carecen de glándulas venenosas, pero tienen glándulas anales con las que expulsan ácido acético, un líquido con olor a vinagre, totalmente inofensivo para los humanos.
De ahí les asignan su nombre vulgar: Vinagrillo. Llegan a medir entre 2 y 15 centímetros.
Son de color café rojizo u oscuros, y presentan un largo flagelo multiarticulado al final del cuerpo, que se confunde con una “cola”.
Hay muchas cosas que hacen fascinante a este artrópodo.
Un insecto milenario.
Cuando los dinosaurios aparecieron por primera vez en el planeta, los uropigios ya llevaban más de 100 millones de años habitándolo.
Como el resto de arácnidos, tiene 8 patas, pero solamente utiliza seis para caminar.
El par delantero le sirve como antenas, y de hecho realizan la misma función que el bastón de un ciego. ¿Por qué? Porque básicamente son ciegos.
Tienen ocho ojos pero son totalmente inútiles, pueden incluso contar como órganos vestigiales que a lo mucho diferencian entre luz y oscuridad.
Tienen dos pedipalpos que parecen guantes de boxeo con espinas, que utilizan para comunicarse entre ellos y agarrar a sus presas, que consisten de cualquier bicho que puedan vencer.
Mucha gente ha desarrollado una leyenda en torno a los uropigios: dicen que de agarrarlos su picadura hace que se te pudra la piel. Esto es falso.
No tienen veneno ni manera de inyectar. Ni siquiera muerden, realmente el único peligro al levantarlos es que te quiera sazonar.
La gente inmediatamente asume que deben matarlos a partir de su intimidante y extraña apariencia, pero, ¿eso no los hace aún más fascinantes?
Con información de Naturalista.Mx
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