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Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.

La reintroducción de demonios de Tasmania resultó en la exterminación total de los pingüinos de Australia en la reserva natural de la isla María.

Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.

Hace 30 años los demonios de Tasmania desaparecieron casi por completo de Australia. Con trabajos de conservación, la especie apenas ha logrado un repunte desde los 90, cuando estuvieron al borde de la extinción.

Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.
Foto: Pixabay.

Para asegurar su supervivencia, un grupo de biólogos decidió que sería conveniente introducirlos en una reserva al sur australiano, donde podrían tener un hogar sanos y salvos. Nunca se imaginaron que, de esta forma, promovieron el exterminio de pingüinos de Australia.

Falló la conservación.

A 30 años de la situación tan grave que padecieron los demonios de Tasmania en Australia, los científicos quisieron asegurarse de que nunca más se propagara la enfermedad que casi los extingue. Una afección viral en el cerebro cobró la vida de casi la totalidad de ellos en ese entonces. Por este motivo, se tomaron decisiones precipitadas con respecto a cómo salvarlos.

Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.
Foto: Pixabay.

La reinserción de la especie en la isla María, un área natural protegida, al parecer, no fue bien pensada. Si bien es cierto que los demonios de Tasmania necesitan un lugar para establecerse, los biólogos no tomaron en cuenta la naturaleza cazadora de estos animales. De esta manera, los pingüinos más pequeños de Australia, por tanto, fueron una presa fácil para los demonios de Tasmania.

Esta isla es un refugio para los pingüinos azules (Eudyptula minory otras aves australes, así como varias especies amenazadas.

Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.
Foto: GettyImages.

La inserción de los demonios de Tasmania al lugar cobró facturas costosas. Se estima que alrededor de 6 mil pingüinos perdieron la vida en consecuencia. Hoy, según las cifras de BirdLife Tasmania, han desaparecido por completo.

Exterminio total.

El exterminio de los pingüinos de Australia no fue en realidad culpa de los demonios de Tasmania. Ellos obedecieron a un instinto de supervivencia, que desembocó en la exterminación total de los pingüinos de la isla. Por el contrario, los biólogos y funcionarios que tomaron la decisión de introducirlos ahí cargan con toda la responsabilidad.

El Dr. Eric Woehler, coordinador de BirdLife Tasmania, señaló que este tipo de decisiones irresponsables tienen impactos catastróficos en la conservación de especies:

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Foto: GettyImages.

Cada vez que los seres humanos introducen deliberada o accidentalmente mamíferos en islas oceánicas, siempre se da el mismo resultado. Un impacto catastrófico en una o más especies de aves, explicó el experto.

No es la primera vez que, tanto en Australia como en Nueva Zelanda, los trabajos serios de conservación se van al traste por este tipo de acciones. Los efectos de la introducción precoz de otros animales, como señala Woehler, han sido devastadores.

Demonios de Tasmania: su reintroducción exterminó a los pingüinos.
Foto: GettyImages.

Como estos pingüinos minúsculos anidan en el suelo, ya que no pueden volar, se convierten en una presa fácil para animales más grandes. Aún más si estos no son sus depredadores naturales. En lugar de que la isla María fuera un refugio para ellos, se convirtió en una jaula sin escapatoria.

Con información de National Geographic.

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