Las abejas carnívoras o abejas buitre son tres especies que dejaron el polen y se alimentan de carroña.
Abejas carnívoras: una abeja que evolucionó para ya no usar polen.
Hace alrededor de cien millones de años el antepasado común de todas las abejas modernas fue un predador. Sin embargo durante los últimos 80 millones de años, las abejas se volvieron vegetarianas. La mayoría obtiene todo lo que necesitan de las flores. Beben néctar para hacer miel, lamen aceites florales y empaquetan polen rico en proteínas en sus patas.
Pero como en todo, hay excepciones a las reglas. Las abejas buitre, un trío de especies sin aguijón en Costa Rica, nunca tocan los capullos ni las flores. En cambio, obtienen azúcar de la fruta y los «nectarios extraflorales», nódulos que gotean en los tallos y hojas de algunas plantas.

Sin embargo, las abejas buitre todavía necesitan proteínas y las obtienen de otra parte: carne podrida. Sí, leíste bien, carne.
Pero la carne podrida plantea algunos retos. Los cadáveres están llenos de microbios que luchan en una batalla territorial por los restos.
«Son los microbios que luchan contra otros microbios los que producen muchas de las toxinas que asociamos con los cadáveres», dice Jessica Maccaro, entomóloga.

Y para ello las abejas buitres pueden digerir ese meollo con la ayuda de otros microbios que viven en sus entrañas que les encanta el ácido. Esto según una nueva investigación sobre abejas carnívoras en la revista «mBio».
A pesar de ser abejas carnívoras, las abejas buitre se parecen mucho a las abejas regulares. Viven en grandes colonias productoras de miel que defienden mordiendo inmediatamente la cabeza del intruso y tienen sistemas para conservar la carne dentro de la colmena.
«Si piensas en traer un cadáver a tu colonia, suena como una receta para una pandemia», dice Maccaro. “Así que almacenan la carne en estas ollas especiales y esperan 14 días” hasta que la carne está “curada”. Luego, se lo dan a sus crías, que necesitan la proteína para crecer.
Incluso reutilizan las bolsas en sus patas que usan las abejas para transportar el polen.
Los investigadores también sorprendieron a la comunidad científica con sus trampas de pollo. Otras tres especies de abejas, todas previamente consideradas vegetarianas, resultaron estar interesadas en la carne cuando se les ofrecía. Sin embargo, eso no debería ser una sorpresa. Se sabe que muchos animales tienen paladares más flexibles de lo que a menudo imaginamos. Desde el siglo XVIII se ha registrado que los abejorros recolectan carne también.
Justo como los humanos, todas las abejas dependen en gran medida de los microbios en sus entrañas para sobrevivir. Las abejas vegetarianas comparten las mismas cinco especies principales, que cortan ciertos azúcares y subproductos del polen que de otro modo serían tóxicos para los insectos.

En cambio las abejas carnívoras tienen un grupo de microbios completamente diferente. Las abejas buitre estan llenas de cepas de Lactobacillus, un tipo de bacteria que se usa para fermentar cerveza agria, masa madre y encurtidos. En cambio los omnívoros tienen las entrañas más diversas, con una mezcla de bacterias estándar y algunas cepas inusuales.
Se han encontrado asentamientos microbianos similares en otros carroñeros. Los buitres tienen estómagos ultraácidos que están llenos de las mismas bacterias que viven en los cadáveres en descomposición. Parece que la combinación de una acidez que derrite los huesos y bacterias hambrientas les permite ingerir toxinas que matarían a otros animales.

Sin embargo, a diferencia de los buitres, las abejas buitre no tienen tantas bacterias de la carne podrida. En cambio, sus bacterias intestinales parecen ser una combinación de especies ancestrales y nuevas especies que a menudo se encuentran en las plantas.
El trabajo futuro del equipo será averiguar cómo esas especies de microbios realmente contribuyen a la digestión. Pero en este momento, creen que las bacterias pueden ayudar a crear las condiciones adecuadas para descomponer la carroña.

“Tenemos la hipótesis de que las abejas están usando esas bacterias productoras de ácido para acidificar sus intestinos”, dice Maccaro. Los buitres tienen genes que les permiten producir una gran cantidad de ácido estomacal por sí mismos. Es posible que las abejas no puedan hacer eso, por lo que han formado una relación con las bacterias que sí pueden hacerlo.
La evolución busca el camino. Solo esperemos que después no surja alguna especie que se alimente solo de pizza o tarta americana.
Abejas carnívoras: una abeja que evolucionó para ya no usar polen.
Con información de Popular Science.
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