Anomalías en el clima por la llegada de La Niña, afectará desde fines de agosto y luego trastornará septiembre y octubre.
Anomalías de aire más seco de lo normal en el Atlántico causaron la ausencia de ciclones tropicales en agosto, algo bastante inusual, sobre todo en un año bajo la influencia de La Niña.
A nivel Océano solo podemos destacar la anomalía fría asociada al fenómeno climático de La Niña en el Pacífico central.

Además, las anomalías positivas del Mediterráneo y Pacífico Norte, estamos pendientes de las grandes y extensas anomalías del Atlántico Norte, más intensas que otros años.
Esto de acuerdo con la versión de Rubén Vázquez divulgador y predictor meteorológico y Fundador de la página web Meteovigo en 2009 y cofundador de iberomet.com, consultoría meteorológica.

En un artículo presentado recientemente, se aclara que los fenómenos de La Niña o el Niño (sequías – inundaciones) suceden hace como 40,000 años y demuestran que los humanos poco y nada pueden hacer para modificar el clima.
Las tendencias marcan que La Niña se quedaría todo el año y que se registrarían heladas tardías.
La severidad de La Niña dejará paso a un clima más benigno y se reactivarán las lluvias.
Después de dos temporadas de anomalías y sequía, anticipan que habrá una lenta transición hacia condiciones de normalidad en la temporada 2022-2023.

Sin embargo, la UE explicó que la Niña tiene más efecto sobre el clima en Europa que cualquier otra cosa salvo las estaciones.
Y La Niña se quedará para el otoño del Hemisferios Norte.
Mientras permanezca La Niña en el Pacífico Nororiental durante el otoño, aumenta la probabilidad de formación de ciclones tropicales en el Atlántico.
Anomalías.
Una extrema variabilidad está afectando a esta segunda quincena de agosto, caracterizada por frecuentes tormentas eléctricas alternadas con llamas de calor.
Las causas hay que buscarlas en el comportamiento de algunos índices atmosféricos a escala global.

Los ojos se centraron en particular en las anomalías climáticas que se están produciendo en el Océano Pacífico, que sugieren la llegada de la Niña. ¿Pero de qué se trata?
Hagamos un balance de la situación tratando de entender por qué ya desde finales de agosto en adelante podría haber MALAS NOTICIAS.
El fenómeno de La Niña básicamente indica un enfriamiento de la temperatura del agua superficial del Océano Pacífico central y oriental debido a condiciones climáticas particulares que pueden variar de un año a otro.

De hecho, este evento no siempre ocurre y de hecho en los últimos años muchas veces es suplantado por el fenómeno opuesto: el Niño, que es un calentamiento de las aguas del Pacífico.
Predicciones.
Pero la última lectura de la temperatura superficial de las aguas del Océano Pacífico (junio-julio de 2022) estuvo por encima del promedio estacional (+0,8 °C), mientras que ahora parece haber un cambio de escenario con tendencia a la baja (+0,4°C).
En los próximos meses, este valor podría caer aún más, ubicándose por debajo de cero.
Durante el trimestre agosto-septiembre-octubre (es decir, entre fines del verano y principios del otoño) es concebible que un regreso de La Niña podría aumentar el número de huracanes en los Estados Unidos de América.

Por lo tanto, no se excluye que algunas tormentas extratropicales también puedan alcanzar las costas occidentales de Europa.
Para aumentar la dosis pensamos en el Centro Europeo que confirma sustancialmente esta hipótesis en sus mapas estacionales que, sin embargo, advierte sobre posibles sequías de rebote en nuestras regiones del extremo sur, especialmente en Sicilia y también en Cerdeña: la otra cara de la misma moneda del cambio climático.
Fuente: METEOVIGO.