Por más de 2,000 veces en 2 meses, una misteriosa señal de radio del espacio profundo llegó a la Tierra.
Un grupo de científicos dieron a conocer que una PODEROSA y misteriosa señal proveniente del espacio profundo está siendo emitida con dirección a la Tierra.
Estas mantienen un ritmo sin precedentes.

Las ráfagas de la misteriosa señal de radio rápida son repetitivas y fueron descubiertas el año pasado, cuando el registro alcanzó unas 1,800 señales en dos meses.
La constante llegada de la misteriosa señal permitió que los investigadores lograran identificar desde qué galaxia se emiten y cuál es su origen.
Con el radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST) en China, fue detectado el objeto y nombrado FRB 20201124A.

El encargado de dar a conocer públicamente la información fue el astrónomo Heng Xu de la Universidad de Pekín en China.
En un artículo describe que esta misteriosa señal o ráfagas de radio rápidas, o FRB, son un fenómeno espacial misterioso.
Sobre todo, porque las emisiones de alta intensidad suelen durar solo una fracción de segundo y sus orígenes se desconocían hasta hace poco.
Científicos determinan.
Los científicos lograron capturar unos pocos miles desde que se detectó la llegada de la primera misteriosa señal en 2007.

Y aunque todos los FRB son inusuales, el recién descubierto fue especialmente extraño.
Durante 82 horas de observación repartidas en dos meses, según el artículo publicado en Nature, FAST detectó 1,863 estallidos.
Expertos detectaron que su polarización y la intensidad de la señal oscilaron enormemente.

Fayin Wang, autor del estudio y catedrático de la Universidad de Nanjing, dijo que lo convirtió en el primer FRB en mostrar este tipo de variaciones en sus ondas.
Hasta ahora, la evidencia apunta a que su fuente es una magnetar, una estrella de neutrones con un poderoso campo magnético.

Sin embargo, la forma en que su polarización cambió con el tiempo sugirió que otro objeto podría estar contribuyendo a las señales.
Bing Zhang, Astrofísico de la Universidad de Nevada, Las Vegas, y coautor del estudio, dijo:
Estas observaciones nos llevaron de vuelta a la mesa de dibujo. Está claro que los FRB son más misteriosos de lo que imaginamos. Se necesitan más campañas de observación de múltiples longitudes de onda para revelar aún más la naturaleza de estos objetos.
Casi todos los FRB detectados hasta ahora provienen de lugares demasiado lejanos para distinguir claramente dónde se originaron.
Solo un puñado ha repetido, y menos aún en un patrón predecible.
Fuente: Nature.